

PASTORAL
Se trata no sólo de un Plan Pastoral, sino de un nuevo espíritu que va a pedir de nosotros una conversión pastoral, lo que equivale a una actuación más fraterna, misionera, solidaria y misericordiosa, que invite a la santidad y cuyos frutos sean cristianos.
Este Plan no puede realizarse en solitario, sino que tiene que ser ejecutado en comunión.
Me parece oportuno citar el documento de preparación a la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano: “Ha llegado la hora de … hacer un profundo discernimiento acerca de la vida cristiana, personal y comunitaria, la proclamación del kerygma, la labor catequética, la preparación a los sacramentos, la vida litúrgica, la acción social y solidaria, preguntándonos si ellas conducen al encuentro con Jesucristo vivo, si celebran el encuentro con el Señor, si lo prolongan y lo anuncian a quienes están lejos de Él o no lo conocen” (Hacia la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano).

